Algunos datos importantes sobre cómo abrir una peluquería
Cómo abrir tu peluquería
Hacer realidad tu proyecto, crear tu propia empresa es un reto y una verdadera carrera de obstáculos si no está bien preparado. En el sector del bienestar y la belleza, es aún más aconsejable conocer todo el funcionamiento del negocio antes de lanzarse.
Forma jurídica
Los trámites para abrir una peluquería varían dependiendo de la forma jurídica. Lo más habitual es ejercer como autónomo, crear una Sociedad Limitada o trabajar como franquiciado. Trabajar como perequero autónomo suele ser la opción más elegida, sobre todo por los peluqueros o peluqueras que llevan poco tiempo con el negocio, o que trabajan desde su propia casa.
Inversión
- Gastos de notaria; solo en caso que vayas a crear una Sociedad Limitada. Alrededor de 400€
- Licencia de apertura; proyecto técnico más aprobación del ayuntamiento. Alrededor de 800€, aunque dependerá de la provincia y del experto.
- Licencia de obras y proyecto técnico; alrededor de 800€.
- Adaptación del local, suministros; dependerá de muchos factores, pero alrededor de 3.500€.
- Adquirir todas las herramientas necesarias para ejercer; dependerá del tamaño del salón y otros muchos factores, alrededor de 3.000€.
- Local, alquiler o compra.
- En caso de tener que contratar trabajadores el sueldo, dependerá de los días y horas que trabajen
Las ayudas públicas pueden ser:
- Subvenciones a fondo perdido.
- Subvenciones financieras.
- Formación gratuita.
- Apoyo técnico.
Licencias y normativas
Antes de empezar a montar una peluquería debes informarte bien sobre las licencias que debes pedir y la normativa que debe cumplir tu negocio. Por eso es muy importante estar al día de la legislación vigente, teniendo en cuenta que hay notables diferencias entre comunidades autónomas.
¿Franquicia sí, franquicia no?
La franquicia puede ser una opción para empresarios novatos o con limitados conocimientos profesionales. Es importante tener en cuenta que al crear desde cero un negocio, partes sin ayudas, sin clientes y asumiendo el 100% de los riesgos, que en caso de las cadenas franquiciadas los riesgos son menores.
Para incorporarse a una de estas cadenas se requiere una inversión inicial entre los 60.000 y los 115.000 euros.
La mayoría cobra un canon de entrada y exige el pago de un royalty y un porcentaje de ventas en concepto de canon de publicidad. A cambio, ceden su imagen de marca, ofrecen amplia formación y asesoramiento, ayudan en el acondicionamiento del local, participan en la selección del personal, etc.
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